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Una “Basilica degli sportivi”

notizie ‒ 13 settembre 2024

La comunità parrocchiale di Sampacho (diocesi di Villa de la Concepción del Rio Cuarto, provincia di Corboda, Argentina) ha recentemente celebrato  a 10 giugno 2024 l'elevazione del Santuario di Nuestra Señora de la Consolata alla dignità di Basilica Minore.

 

Tra le caratteristiche dei fedeli di questa comunità ve ne sono due interconnesse: la devozione alla Madonna della Consolata e la pratica dello sport. “Fede e sport” si uniscono così attorno allo stesso spazio, tanto che la parrocchia ha deciso di creare un “Comitato pastorale sportivo della Basilica” (creato il 29 luglio 2024 e composto da persone impegnate in diversi ambiti dello sport), affinché la pastorale della Basilica dedichi anche momenti di preghiera e attività che favoriscano «i legami tra i vari sportivi, e incoraggino gli sportivi a vivere i valori cristiani nello sport», come spiega il vescovo di questa diocesi, Monsignor Adolfo Armando Uriona. Adolfo Armando Uriona, fdp, in una lettera inviata al Dicastero per la Cultura e l'Educazione.

 

Si tratta, quindi, di una autentica “Basilica degli sportivi”, dove essi possono trovare un luogo per riscoprire, in un modo più evidente, il conforto di un Dio che li ispira, li conforta e li consola nella loro esperienza sportiva (1 Cor 9,24-27).

 

Tra le varie iniziative create dalla pastorale sportiva della Basilica c'è la “Semana de la amistad y fraternidad deportiva” (Settimana dell'amicizia e della fraternità sportiva), la cui prima edizione si svolge quest'anno a settembre. Per questa settimana di riflessione sulla pastorale dello sport, S.E. Cardinale José Tolentino de Mendonça ha inviato un messaggio di augurio per l'iniziativa.

 

Trascriviamo qui il suo messaggio nella versione originale in lingua spagnola:

 

En las últimas décadas, el deporte se ha convertido en una parte importante de nuestra cultura (Gaudium et Spes, 61). Es probablemente el mayor acontecimiento cultural: tanto si se juega como si se ve.

La filósofa del deporte, Heather Reid, reflexionando sobre los valores del deporte, admite que el deporte proporciona un conjunto de cinco tipos de valores humanos que enriquecen nuestra cultura («Dove si radicano i valori dello sport», 23-41). En primer lugar, el deporte fomenta los valores heroicos: el valor del honor y la virtud (ética). Después, los valores olímpicos: el valor de la excelencia y del esfuerzo, donde el reconocimiento y la admiración de una persona no derivan de su nacimiento (clase social), sino de su mérito (logro deportivo). Valores democráticos: como ya se ha mencionado, el valor de la igualdad según las reglas del juego, la oportunidad de que todos participen en los acontecimientos deportivos y la posibilidad de que cualquiera gane. Por lo tanto, el deporte elimina cualquier tipo de distinción o discriminación entre las personas. Valores educativos: el valor de la autodisciplina, el autoconocimiento y la conciencia de los propios límites. Como dice el proverbio romano, mens sana in corpore sano. Y, por último, los valores cívicos: el valor del encuentro, la justicia y la verdad.

Por lo tanto, si el deporte transforma al ser humano a través de valores intrínsecos, al transformar el deporte transformamos al ser humano e, intrínsecamente, transformamos a la propia sociedad. Esa es la razón por la cual la Iglesia no puede descuidar esta realidad. Y como nos recuerda el Papa Francisco: «El deporte siempre ha fomentado un universalismo caracterizado por la fraternidad y la amistad entre los pueblos, la concordia y la paz entre las naciones; por el respeto, la tolerancia, la armonía de la diversidad. Todo acontecimiento deportivo, especialmente el olímpico, donde se confrontan representantes de naciones con historias, culturas, tradiciones, credos y valores diferentes, puede convertirse en vehículo de una fuerza ideal capaz de abrir caminos nuevos, a veces insospechados, en la superación de los conflictos causados por la violación de los derechos humanos» (Discurso al Comité Olímpico Nacional Italiano - 19 de diciembre de 2014).

En este sentido, quiero dar la bienvenida a todos los participantes en la “Semana de la amistad y fraternidad deportiva”, que se está celebrando en la Basílica de Nuestra Señora de la Consolata (Sampacho - Argentina), y felicitarles por la oportunidad de profundizar en la pastoral deportiva. Porque, seamos o no deportistas, todos corremos en busca de la misma corona: la corona incorruptible (1 Cor 9,25). Que esta semana de reflexión sea para nosotros una oportunidad para descubrir la fructífera relación entre “fe y deporte”, y que produzca los mayores frutos pastorales.

Los saludo cordialmente y les ofrezco a todos mi bendición en el Señor.

 

José Tolentino Card. de Mendonça

Prefecto del Dicasterio de Cultura y Educación